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Y con mis residuos ¿qué hago?: ¡Residuo cero!

La gestión de residuos tuvo el protagonismo del al segunda sesión de las Jornadas Local y Sostenible ¿Se puede pedir más? que se celebró el pasado lunes 22 de noviembre.  

La sesión que se enmarcó dentro de la Semana Europea de Reducción de Residuos arrancó con una fantástica y deliciosa comida de cero residuos. Para prepararla, la empresa El Gusto que pertenece a la red EMBICO (Empresas por el Bien Común) contó con alimentos que iban a ser considerdos “desperdicio” donados por los comerciantes del Mercado Norte. Un pequeño gesto para demostrar que es posible combatir el desperdicio alimentario. 

Alberto Vizcaíno (Linkedin) que abrió la primera parte, destacó que el problema de los residuos incide en los tres ámbitos de la sostenibilidad: ambiental, económica y social: “Nuestro modelo de consumo genera impactos que van desde la extracción de las materias primas que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades a los residuos de los productos que dejamos de utilizar”. Ir a su Linkedin

Vizcaíno destacó que una solución está en la economía circular, que es una propuesta para mantener el valor de los productos puestos en el mercado, evitando la generación de residuos. 

Se centró en desgranar como un residuo tan común como los envases de usar y tirar generan impactos ambientales, a la salud de las personas y económicos y que una de las principales demandas globales de plástico viene del sector del envase. 

También tuvo la valentía de denunciar que el reciclaje de envases de plástico está lejos de considerarse un ejemplo de economía circular, ofreciendo a los asistentes pistas de actuación para ser realmente sostenibles en este aspecto, entre los que destacó los sistemas de etiquetado ecológico formales que ayudan a identificar productos y servicios con menor impacto ambiental. Con relación a los residuos Sandach aclaró que son “subproductos animales y productos derivados no destinados al consumo humano” Se debatió con los asistentes buscando ejemplos en los comercios, su clasificación y que destino podrían tener .  

Finalmente, advirtió que el marco legal está en proceso de revisión y ampliación, con consideraciones para la cadena de valor de los productos, así como con limitaciones al uso de plásticos de usar y tirar.   

Llega el quinto contenedor 

A continuación, Cristina Diez, (Linkedin) técnica de medio ambiente y sanidad del ayuntamiento, expuso las novedades entorno al nuevo contendor que se va a implementar en nuestra ciudad. 

Ante la cuestión sobre la necesidad de un contenedor más, Diez respondió que un 37% de los residuos son de materia orgánica y se pueden reciclar, (se puede producir con ellos un compost de calidad para fertilizar las tierras de cultivo), pero para ello es imprescindible que se separe de otros residuos. 

Todavía nos queda mejorar mucho si queremos llegar a los objetivos europeos de preparación para el reciclaje: 50% en 2020, 55% en 2025, 60% en 2030 y 65% en 2035.  

Además recalcó que reciclando ahorramos. El nuevo marco normativo va a encarecer el uso de vertederos, todo lo que evitemos será un ahorro que acabará repercutiendo en los ciudadano y comercios. 

Diez adelantó que la recogida a los comercios del centro histórico será puerta a puerta para las fracciones, orgánica, papel y cartón y vidrio. En el resto de la ciudad será opcional entre la recogida puerta a puerta y los contenedores, que en el caso de orgánica tendrán control de acceso.   

El desperdicio alimentario, una cuestión ética/moral, económica y legislativa 

Alfonso Lacuesta (Linkedin) fue el encargado de abordar la cuestión de los residuos alimentarios. Las cifras que nos arrojó fueron claras: 1/3 de la producción mundial de los alimentos se pierde o desperdicia en todo el mundo. Esto equivale a perder 2,5 billones de euros al año, a generar 3300 millones de toneladas de CO2 y supone el empleo de un 30% de la superficie agrícola del planeta. 

La pregunta obvia que surgió entre los asistentes fue ¿cómo evitar o minimizar el desperdicio alimentario en nuestros comercios? a lo que Lacuesta planteó abordar las siguientes claves: 

  • Nuestra relación con otros actores de la cadena agroalimentaria (proveedores: agricultores, comerciales, empresas, mayoristas…) 
  • Gestión de nuestro comercio: 
    • Administrativa 
    • Personal (trabajadores) 
    • Manipulación de los alimentos e Instalaciones 
    • Técnicas de venta 
  • Nuestra relación con nuestros clientes como consumidores 
  • Nuestras relaciones externas (sociedad en general, organizaciones sin ánimo de lucro…) 

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